Berna Blanch: El poema es una lluvia que te va calando hasta que rebosa en ti y gotea palabras

berna uno

CRISTINA CARRASCO (editado por)

Berna Blanch es, hoy por hoy, uno de los poetas más destacados y emblemáticos en lengua catalana.  Ha recibido numerosos galardones literarios, la mayoría de ellos de reconocido prestigio, tanto en Cataluña como en la Comunidad valenciana  (España) y tiene publicados hasta el momento once poemarios y dos novelas. Es también socio fundador del grupo poético Argila de l´aire ( Argilla dell´aria), una asociación que cuenta con una larga tradición literaria, es también editorial y convoca cada año el certamen literario “Marc Granell, Vila d´Almussafes”, que otorga un premio a la mejor obra poética presentada en lengua catalana y otro premio al mejor poemario presentado en lengua castellana.

Tu poesía parte sobre todo de la observación y el análisis. ¿Cómo llega a transformarse esa observación y ese análisis en poema? ¿Nos puedes explicar el proceso que sigues?

Siempre he pensado que la poesía no se busca, se encuentra. No todos los momentos son buenos para hacer poesía, ha de haber una predisposición a ello. Hay días en que somos incapaces de escribir y en el fondo de nosotros lo sabemos. Frecuentemente el poema  se graba dentro y  más tarde o más pronto emerge de nuestras sensaciones convertida en palabra. Otras veces el poema es una lluvia que te va calando hasta que rebosa en ti y gotea palabras. La poesía es una herida en nosotros, una herida provocada por la belleza o por el sentimiento. En mi caso cuando el poema no es súbito y viene a herirme, nunca lo busco, no lo llamo, simplemente lo encuentro. Hay momentos en que necesitas vaciarte, sentir que el mundo te traspasa, que eres parte de él, que tu existencia es tan sólo la conciencia de tu propia retención en la corriente. Cuando te abandonas, el fluir de las cosas en ti deja una percepción que se retiene en la palabra, que es sólo un espejo de imagen difusa. Después sobre esas palabras viene el trabajo de cincel del poeta, un trabajo frecuentemente más instintivo que técnico.

Te he oído hablar de sufrimiento al escribir. ¿Cuál es en realidad el núcleo de ese sufrimiento? ¿A que se debe?

El escritor sufre porque se sabe incapaz de trasladar a la palabra todo lo que siente en sí mismo. La palabra tiene límites, el sentimiento y la belleza no lo tienen, siempre desbordan la grafía que no puede contenerlos. Nunca haremos llegar al lector la plenitud de nuestra percepción o la anchura de los caminos que esa percepción puede tomar en nuestro interior. Ni siquiera la poesía nos libra de nuestra soledad, no podemos compartirlo todo. Cuando sientes eso sufres.

Por otra parte se sufre en el trabajo de cincel de querer conseguir que el texto se asemeje lo más posible a nuestro sentimiento o a nuestro razonamiento, siendo a la vez fluido para el lector. Ese trabajo suele ser muy exhaustivo y muchas veces no conseguimos acabarlo a satisfacción propia. Se sufre porque no se entrega, porque no se sabe entregar, en resumen se sufre la conciencia de la incapacidad.

La poesía cuando queda escrita, ¿También es arcilla del aire?

Sí, si concebimos la idea de la arcilla como la materia primigenia de nuestra humanidad.

Somos parte del mundo, ese mundo que el aire corre y del que podemos extraer la idea, la palabra, el sentimiento, que hecho conciencia en nosotros nos hace reconocernos en él.

La metáfora de la arcilla en el aire como la parte material de la inspiración con la que modelar nuestros poemas fue aceptada por el grupo para bautizarse entre un buen número de nombres posibles. La idea fue de Mª Jesús, una de las chicas que estuvo con nosotros en un principio y que curiosamente nos dio nombre y se fue.

Y por último, ya que esta entrevista es para una revista italiana, ¿podrías explicarnos con un poema de apenas cuatro o cinco versos qué te sugiere Italia?

Cuando pienso en Italia, estas son las primeras palabras que recojo de mí mismo:

Itàlia es derreteix cap al mar
paraula encesa en oli i llum,
humana i viva,
estranya i nostra,
alhora pas i camí, sota el cel,
lliure bategar del desig.
*
Italia si scioglie verso il mare
parola accesa in olio e luce,
umana e viva,
strana e nostra,
allo stesso tempo passo e cammino, sotto il cielo,
libero battere del desiderio.

(El poema ha sido traducido del catalán por Cristina Carrasco)

berna due

He vingut a dir-te el que ja saps,
que uns ulls nous han plorat
el baptisme de la llum,
que altra aigua s´ha fet sang
en les venes menudes.

Perquè són eterns
el sabor de la terra,
el so de la pluja,
la lenta intuición de la forma.

Hi ha cançons de bressol,
suavitats de brisa en la veu,
la saó d´uns pits on es vessa
infinit tot el pol.len de l´alba.

Del poemario: La llum antica (La luce antica)

***

He cordat a un parpelleig
tota la llum
que ventrella en la finestra.
Ara puc filar les agulles
que cusen missatges en l´anima,
sentir el temps alentir-se
i somniar el cristall.
Podria parlar-te
del blanc perfecte de les flors,
de l´angoixa de la làgrima
en separar-se dels ulls.

Em pertanyen les hores
que mai no viuré.

Del poemario: El baf de l´espill (Il vapore dello specchio)

***

Deixa´m un camí per on anar-me´n,
l´ungüent de la distància,
abandonar el cos,
abandonar-vos,
vagar i ser llum de pluges,
tacte sense mans,
absurditat de formes,
llibetat de l´ombra.

Del poemario: Il tacte del réflex (Il tatto del reflesso)

***

Sovint he pensat
que el dolor és un riu transparent,
que el porta l´aire
i el sembra i recull els fruits.

Però hi ha tambié l´alegria,
corrents que es mouen dins del plor.
Voldria detenir-me, esperar-te,
parlar-te hui, escriure sense plany
la paraula sempre.

Hui he pensat
que tots els colors del prima caben
en la transparència d´una gota.

Del poemario: Pol.len (Polline)